TODO SOBRE EL AJO

Su historia en España

El ajo, con su aroma distintivo y sabor característico, ha dejado una huella perdurable en la historia culinaria de España. Desde tiempos remotos, este bulbo ha sido apreciado por sus propiedades curativas y su capacidad para realzar el  sabor de los platos.

El origen del ajo es de Asia central, 1700 AC su propagación hacia el mar  mediterráneo llego a Grecia, pero fue el ejercito romano el que mas importancia le dio por sus propiedades antisépticas, vigorizantes y energéticas, fueron los ejércitos romanos los que al entrar a España para conquistarla por el año 200 AC trajeron los ajos y aquí se quedaron, existen varias zonas ajeras en España; estas son las mas importantes y mas productivas; Andalucía, Extremadura, la mancha sur de Madrid, centro de Castilla y  León. Por lo expuesto anteriormente nos quedamos con la zona centro de Castilla y León

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Beneficios del consumo de ajo

Incrementa las defensas del organismo. Posee propiedades antiinflamatorias. Actúa como anticoagulante, vasodilatador y depurador. Su jugo es un excelente antiséptico. Ayuda a controlar la hipertensión, protegiendo el corazón y las arterias del colesterol. Incrementa los niveles de insulina, ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre. Puede aumentar los niveles de serotonina en el cerebro, ayudando a combatir el estrés y la depresión.

De fármaco a condimento esencial

El ajo, inicialmente reconocido como un fármaco con la capacidad de curar y prevenir una amplia gama de enfermedades, se ha convertido en un condimento esencial en nuestras cocinas. Antiguamente, su consumo crudo implicaba un sacrificio debido a su distintivo sabor, lo que llevó a su uso alternativo junto con otros alimentos para facilitar su administración. En la actualidad, su importancia original se ha visto en gran medida relegada.

Ajo cocido,
ajo perdido

El ajo es bueno comerlo de cualquier forma; frito, cocido, asado… siempre nos dará un aporte de defensas y podremos prevenir un sinfín de enfermedades, pero como mantiene intactas todas sus cualidades, es crudo, y para todos aquellos que no aguantan su fuerte sabor dejamos unos consejos para que sea mas llevadero. Existen diversas ideas para consumir el ajo crudo: se puede cortar muy fino y mezclarlo en ensaladas, combinarlo con judías verdes y patatas al vapor, agregarlo a anchoas o sardinas con un chorrito de aceite de oliva, triturarlo en gazpacho, combinarlo con pimientos asados, champiñones y setas, untarlo sobre pan tostado, utilizarlo como ingrediente en salsas alioli o pesto, y, en definitiva, utilizarlo en cualquier preparación que se prefiera y apetezca.

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